
Comienza una nueva etapa justo ahora. Siempre “ahora mismo” es el único momento para hacer de nuestra VIDA un fértil terreno en el que poner nuestras semillas y crear un nuevo mundo de…sí, de posibilidades.
Esa es la esencia de este blog, de este espacio de intercambio y difusión de inquietudes y motivaciones donde los recuerdos, errores, conocimientos, acontecidos en mi trayectoria de vida se funden con el empuje que me lleva constantemente a desarrollar acciones que se vayan alineando con lo que quiero, con mi misión en la vida, y no es otra cosa que implicarme en el desarrollo creativo de nuevas realidades.
Considero que todo integrante de un sistema, toda persona, todo trabajador, cumple una función indisoluble que da valor a la comunidad que lo sustenta. Así como en nuestra sociedad hay jardineros, fontaneros, cuerpos de seguridad, artistas, burócratas, etc., también cumplen un papel muy importante aquellos que se dedican a la persona en su faceta más íntegra; sin intención alguna de entrar en esas etiquetas que utilizamos para posicionar nuestro perfil en comparación con otros profesionales, autocandidaturas de empleo, CV, etc. (dígase: psicólogos, terapeutas, coaches, sanitarios, líderes espirituales, sanadores, filósofos, consultores, etc.), porque no es el nombre del título lo que importa, lo valioso son:
(1) las experiencias que se poseen tras haberlas adquirido mediante procesos de toma de decisiones honestos y auténticos
(2) el aprendizaje aportado tras estas experiencias
(3) las capacidades de poder replicar o modificar tales experiencias
(4) la motivación y compromiso por seguir en la línea de la excelencia, cambio, desarrollo, progreso, acción y éxito
A partir de ahora el maravilloso mundo de nuestra realidad, cuenta con una herramienta más, nacida de la visualización de ese árbol que crece en un fértil campo y que de sus ramas brotan un sinfín de hojas y frutos, todas ellas POSIBILIDADES.
De todo corazón, espero que al leer este rinconcito pueda ayudarte tanto a ti, como a mí trabajarlo.
Fotografía: cortesía de Milena Edith Monti